Los tejados configuran un interesante conjunto de planos inclinados que conducen la mirada en varias direcciones. La superficie cubierta de tejas es una generosa textura que mantiene un sabor artesanal, apreciado y muy antiguo. El tiro de la chimenea señala el hogar con un ademán preciso y ligero. Por las ventanas puede apreciarse la sucesión de planos que representan la vida que es propia de los espacios interiores.